- La instalación de una cuna fría refuerza el Plan de Humanización del hospital, ofreciendo un espacio de despedida cómodo y respetuoso para padres y madres en momentos críticos
El Hospital Materno Infantil Princesa Leonor de Almería ha instalado una cuna fría gracias a la colaboración de la Asociación de Padres y Madres de niños prematuros de Almería, Apreal, y la Fundación Caja Rural de Granada. En la visita a la instalación han estado presentes el delegado territorial de Salud y Consumo, Juan de la Cruz Belmonte; el director gerente del Hospital Universitario Torrecárdenas, Manuel Vida; el pediatra, Manuel Martín; el jefe de Ginecología, Javier Alcaide; el responsable de empresas de Almería, Murcia y Madrid de la Caja Rural de Granada, Antonio Reyes Cruz; y la presidenta de Apreal, Rocío Docavo.
“Este proyecto es un claro reflejo de los esfuerzos continuos por humanizar la atención sanitaria y apoyar a las familias durante momentos extremadamente difíciles”, ha explicado Manuel Vida. El dispositivo, que ha sido financiado íntegramente por la Fundación Caja Rural de Granada con una aportación de 2.500 euros, permite mantener en condiciones óptimas el cuerpo del bebé fallecido, proporcionando un espacio y tiempo esenciales para que los padres puedan despedirse de manera digna y tranquila. «La cuna fría es un recurso indispensable que ofrece a las familias la oportunidad de iniciar su duelo en un entorno sereno y respetuoso, facilitando un cierre emocional necesario,» ha detallado el director gerente del hospital.
El proceso de adquisición de la cuna no ha sido sencillo, enfrentando obstáculos significativos como su retención en aduanas debido a la necesidad de una licencia especial para su importación desde el Reino Unido. La situación se resolvió gracias a la colaboración de un proveedor del hospital, que facilitó la obtención de la licencia necesaria. “Este tipo de apoyos son fundamentales y se alinean perfectamente con nuestro Plan de Humanización. Queremos asegurar que cada aspecto de nuestra atención contribuya a aliviar el dolor de las familias en estos momentos tan delicados”, ha recordado Manuel Vida.
Inicialmente, los fondos proporcionados por la Fundación Caja Rural de Granada estaban destinados a la renovación de la sala de descanso donde se ubicaría esta cuna fría en el hospital. Sin embargo, una vez que el hospital logró cubrir esos costos de manera independiente, se decidió redirigir la donación hacia la compra de la cuna fría, “demostrando una adaptabilidad y compromiso con las necesidades y así siendo lo más operativos posibles”, ha explicado Juan de la Cruz Belmonte, que ha querido “destacar esta colaboración en un proceso tan difícil como al que se deben enfrentar unos padres que han perdido a su bebé”.
El Plan de Humanización del hospital, que busca mejorar continuamente la experiencia de los pacientes y sus familias, considera iniciativas como la instalación de la cuna fría como un paso más para ofrecer un cuidado compasivo y respetuoso a las familias que se encuentran en esta situación.
El responsable de empresas de Almería, Murcia y Madrid de la Caja Rural de Granada, Antonio Reyes Cruz ha señalado que “desde la Fundación estamos muy orgullosos de colaborar con este proyecto, sobre todo en este tipo de casos, en los que unos padres tienen que pasar por la pérdida de su bebé”. El proyecto de colaboración “lleva incluida una mejora en las instalaciones del Materno Infantil Princesa Leonor que seguro que también gustará a los almerienses”.
Y la presidenta de Apreal ha agradecido al Hospital Universitario Torrecárdenas, a la Caja Rural de Granada y a todas las personas e instituciones que luchan por humanizar la atención médica y acercarse a las familias que se enfrentan a tan difíciles momentos. “Cuando creamos Apreal, soñábamos con poder trabajar en equipo la gerencia, el personal sanitario y las familias, buscando siempre lo mejor para nuestros hijos. Podemos decir que esto hoy es una realidad, es un lujo la cercanía que hay entre nosotros y comprobar que nuestros proyectos se van materializando. Ya contamos con la deseada sala de descanso. Hoy venimos a presentar esta cuna para que cuando una madre, un padre y una familia tengan que enfrentarse al desgraciado momento de despedirse de su bebé, puedan hacerlo sin prisa, puedan llorar y acompañar el cuerpo de su bebé, algo que será crucial a la hora de afrontar el duelo que empieza en ese momento”, explica Rocío Docavo.
Respecto al arduo proceso de la adquisición de la cuna fría, Docavo señala el apoyo recibido de Natali, del ‘Legado de Oliver’. “Ella nos informó de todo y nos puso en contacto con la persona adecuada. Ha sido difícil importar la cuna desde Reino Unido, pero bien está lo que bien acaba. Lo que más deseamos es que nunca haya que usarla”.